El plátano y la banana son dos frutas que se parecen mucho y proceden de la misma familia, pero no son lo mismo. Son dos frutas que ofrecen diferencias claves que merece la pena conocer. Por ello, en Hortofruticola te hablamos de las principales diferencias entre el plátano y la banana.
Tanto el plátano como la banana son frutas tropicales, comunes en los países cercanos al Ecuador y las costas. Aunque están internacionalizados por todo el mundo. Si consumes habitualmente estas frutas, puede que no llegues a diferenciarlas. Seguramente te hayas preguntado en qué se distinguen, pues continúa leyendo para saber más.
Diferencias entre el plátano y la banana
La primera diferencia que puede notarse ante ambas frutas es el aspecto físico, concretamente, su dimensión. Los plátanos suelen ser más pequeños y curvos que las bananas, por lo que su peso también es inferior. Además, el plátano puede reconocerse por pequeños pigmentos oscuros en su piel, mientras que las bananas tienen una piel más lisa.
En cuanto a la textura y el tacto, puede observarse que la banana tiene menos cantidad de agua, debido a su lugar de procedencia. Si comiéramos ambas frutas a la vez, se puede notar que el plátano es más jugoso que la banana. Y, debido a este factor, el olor también difiere ligeramente. Pues el plátano tiene más olor que la banana debido a su contenido en agua
Asimismo, la banana posee menor cantidad de azúcar y más almidón que el plátano. Lo que influye directamente en su sabor, provocando que el plátano sea más dulce que la banana. Existe una variedad de banana que debido al terreno de la zona de cultivo, se parece mucho al plátano de Canarias, en cuanto a las propiedades nutricionales y el sabor. Se trata de la banana de Madeira.