Frutas y verduras en nevera

Cuando compramos verduras frescas, una de las primeras preguntas que se nos viene a la mente es ¿Dónde debemos conservarlas? ¿Es mejor en el frigorífico o en la despensa? ¿Cuál es la temperatura idónea? Por ello, hoy en Hortofruticola vamos a contarte cómo conservar las verduras frescas más tiempo.

Las verduras son un alimento esencial para mantener una dieta sana y equilibrada. Estas nos aportan vitaminas, minerales, agua, fibra y sustancias antioxidantes, que son imprescindibles para la salud. Un consejo para cuando vayas a comprarlas, es aprovechar las frutas de temporada, ya que se encuentran en su momento perfecto de maduración.

En cuanto a su almacenamiento, al llegar a casa debemos sacarlas y mantenerlas en un lugar seco, fresco y apartado de la luz solar. Si no van a consumirse en pocos días, pueden dejarse en la parte menos fría de la nevera.

¿Qué verduras puedo guardar en la nevera?

No todas las verduras necesitan ser almacenadas en la nevera, algunas se recomienda conservarlas en la nevera. Ya que el frío puede influir en la pérdida de algunas de sus propiedades.

Según la Organización de Consumidores y Usuarios, las verduras que pueden conservarse sin problema en el refrigerador son: las judías verdes, los champiñones, las alcachofas, los espárragos, las zanahorias, el puerro, los guisantes, la cebolleta y las verduras de hoja como la lechuga y el repollo.

Las recomendaciones para conservar dichas verduras en la nevera son las siguientes:

  • Guardarlas en una bolsa de plástico, transparente y con pequeñas perforaciones.
  • Separar las frutas de las verduras, ya que algunas frutas emiten etileno cuando alcanzan la maduración. Esto puede afectar a las verduras.
  • Consumir estas verduras en un breve periodo de tiempo. Debido a que si se mantienen largos periodos de tiempo pueden perder aroma y sabor.

¿Qué verduras se pueden conservar en la despensa?

Para aquellas verduras que no necesitan refrigeración, la OCU menciona ajo, cebolla. pepino, calabaza, patatas y batatas. Para que la conservación sea lo más perfecta posible, se recomienda guardar estas verduras en un recipiente o bolsa de plástico perforada. Manteniéndose en un lugar seco y fresco, que no reciba directamente la luz.